cómo hacer cabello de ángel

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PoisonClub – Cosas y Cosos de la Informática y otros ...

En esta ponencia comenzamos a abordar el problema de la forma de desarrollar y la necesidad de hacer el Testing y el cómo hacerlo, que etapas implica, en que parte del desarrollo y que metodologías se aplican como AGILE y los Sprint. Cuarta ponencia. Stephen De Vries. – …Solo pensar te hace libre.
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Seremos uno y La Pluma de un ángel - LaCasaAzul

–¿Cómo conoció al ángel, tío? ninguna ropa, a pesar de que tu bisabuela se lo tenía prohibido. En aquellos querubín de piedra que echaba agua por la boca. El ángel se sentó en el llamar su atención. Pero ella no se asustó, vino caminando con mucha naturalidad y se sentó a su lado..
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JOSE MIGUEL GONZALEZ LLORENTE

aE“RepA­teme tu nombre. Una vez mA¡s.
aE“Alejandro.
aE“A¿Y el nombre de tu hermano?
aE“Ambrosio.
aE“Y dices que ustedes son gemelos.
aE“SA­. Nacimos el mismo dA­a, de un mismo A³vulo, una misma placenta,
una misma madre. Ya se lo he dicho. A¿CuA¡ntas veces..?
aE“Todas las que yo quiera. Y entiende que el que hace las preguntas soy yo.
aE“EstA¡ bien...
aE“Y dices que son gemelos idA©nticos.
aE“IdA©nticos. Como la imagen en un espejo. MamA¡ le hacA­a la raya en
el pelo a Ambrosio del lado derecho, para poder diferenciarnos. Pero el
espejo le cambiaba a A©l la raya para el lado izquierdo, y viceversa. O sea,
que somos iguales. Lo Aonico que nos diferencia es el nombre, aunque es casi
la misma cosa, porque nacimos el dA­a de San Alejandro y San Ambrosio.
A¿Comprende ahora?
AdemA¡s, ahora somos mA¡s iguales, porque ninguno de los dos tiene pelo...
aE“Basta.
aE“Es que veo que usted quiere mA¡s pruebas de que somos iguales.
aE“Basta te digo.
aE“EstA¡ bien. (Este hombre quiere confundirme. Y asA­ ha sido desde que
a Ambrosio y a mA­ nos trasladaron para esta prisiA³n. Pero no lo van a
lograr. Ni siquiera le creo que sea mA©dico, con ese uniforme... y esa cara
de... de robot, de soldado.)
aE“Y Ambrosio estaba en la celda contigua a la tuya.
aE“SA­, en la nAomero uno. Y yo estoy en la nAomero tres. A¿Cierto? Del
lado de allA¡ del pasillo estA¡n los pares y de este lado estA¡n los nones.
A¿Cierto? Uno, tres, cinco... Juntos, pero separados, con una pared de por
medio. Es parte del castigo, segAon nos dijeron. Esto es tortura mental,
A¿sabe?
aE“Basta.
aE“Perdone. (Mejor me pongo respetuoso. A estas alturas, no saco nada con
enfrentamientos.)
Y ustedes se comunicaban a travA©s de la pared.
aE“SA­. Como usted podrA¡ comprobar, en el rincA³n, bajo el camastro,
hay un agujero. Pues por
ahA­ hablA¡bamos, en susurros, claro.
aE“A¿De quA© hablaban?
aE“Pues, imagA­nese, de todo lo que dos hermanos que llevan presos tres
aA±os pueden hablar.
De la vida antes de esos tres aA±os, en casa, con mamA¡ y los otros dos
hermanos. Y, bueno, Aoltimamente hablA¡bamos mucho de cA³mo hacer
para aguantar los aA±os que nos quedan en la cA¡rcel.
Usted sabe, esto es insoportable.
aE“A¿Insoportable?
aE“Pues sA­. Veo que tiene mi foto ahA­ delante, en la planilla. No soy el
mismo, como puede ver.
Estas ojeras... Y mire, ahora es mA¡s fA¡cil contarme los huesos y los dientes
que me quedan sanos A¿Y de quA© color le parece que tengo ahora la piel..?
aE“Si no te hubieras metido en todas esas huelgas de hambre.
aE“Sin huelgas, en esta cA¡rcel no reconocen los derechos que uno tiene.
AcuA©rdese que yo no estoy aquA­ por robar, ni por poner bombas. En los
registros no nos encontraron nada ni a Ambrosio,
ni a mA­. A¿Cierto..? SA³lo papeles...
aE“Basta. Si sigues con esa actitud, peor para ti. Creo que ya lo sabes.
aE“Es verdad. (Otra vez me salA­ de mi guiA³n, carajo. Hace tiempo que
Ambrosio y yo
acordamos no pelear con esta gente que viene de arriba. Bastante lucha
tenemos ya con nuestros A¡ngeles guardianes de aquA­ abajo.)
aE“A¿Y de quA© mA¡s hablaban Aoltimamente? CuA©ntame de la
puertecita...
aE“Ah, sA­. La puerta que da al tAonel. (A repetir la historia otra vez. Dios,
paciencia.) Realmente, es una puerta muy pequeA±a. A‰l la descubriA³
hace como dos semanas lijA¡ndose las uA±as en la pared, porque me dijo
que las tenA­a tan largas que se arrancaba la piel cada vez que se rascaba...
Mire como nos ponen los mosquitos. SintiA³ como una ranura, y cuando
empujA³, la piedra cediA³. SiguiA³ empujando y se abriA³ la puertecita.
Cuando me lo contA³, yo no se lo creA­. PensA© que se estaba volviendo
loco, y se lo dije. A‰l me dijo que sabA­a que parecA­an cosas de loco,
pero no, que era verdad, que habA­a una puertecita disimulada en la piedra.
Y entonces esa misma noche se arriesgA³ y se metiA³ por ella. Y se arrastrA³
por un tAonel, y saliA³ por un agujero en medio del solar yermo que rodea la
prisiA³n. FigAorese, quiA©n iba a pensar en algo asA­ en una celda de
aislamiento como A©sta...
aE“Sigue.
aE“En la madrugada me despertA³ con un silbido y me lo contA³ todo.
aE“Entonces, tu hermano regresA³ a su celda.
aE“SA­, claro. Yo hubiera hecho lo mismo. Yo no lo hubiera dejado asA­,
solo en este hueco inmundo. A‰l regresA³ a contarme lo que habA­a hecho
y lo que habA­a visto. CaminA³ casi toda la noche.
RespirA³ el aire del mar. A¿Sabe lo que es eso, despuA©s de estar durante
meses y meses respirando uno su propia mierda? A¿CA³mo no iba a regresar
a decA­rmelo?
Vio las estrellas del cielo despuA©s de tanto tiempo...
aE“Y entonces. VolviA³ a salir la noche siguiente.
aE“Pues claro. La segunda vez caminA³ bajo la lluvia y fue como darse una
ducha, despuA©s de tres aA±os. Y luego se secA³ con la brisa de la
madrugada.
aE“Y volviA³.
aE“SA­, volviA³. Y de nuevo saliA³ la otra noche, y volviA³ a entrar. Lo hizo
durante casi dos semanas. Y visitA³ a la vieja, y a los muchachos. Y una
noche los amigos del barrio le organizaron una despedida con carne de
puerco y ron. (Ahora viene la misma pregunta de siempre:aEoeA¿Una
despedida..? A¿No me dijiste que..?aE�)
aE“A¿Una despedida? A¿No dices que siempre regresaba?
aE“SA­, pero yo lo convencA­ que no tenA­a sentido que regresara. Nos
pusimos de acuerdo, hicimos un pacto. aEoeAmbrosio, mi hermanoaE�, le
dije, aEoevete, escA¡pate. TAo eres como una mitad mA­a. Si tAo eres libre,
yo serA© libre tambiA©n. No regreses, sA¡lvate... sA¡lvanos. Dile a todos lo
que hemos sufrido aquA­. Y prepA¡rame el caminoaE�.
aE“A¿QuA© camino? A¿TAo piensas irte tambiA©n?
aE“Bueno... (MetA­ la pata. No he debido decir eso.)
aE“EstA¡ bien. A¿Y que pasA³ ayer en la maA±ana?
aE“Pues lo que usted sabe. Al amanecer se dieron cuenta que la celda de
Ambrosio estaba vacA­a, y me vinieron a buscar para que yo explicara lo
que pasA³.
aE“Y te llevaron a la celda de Ambrosio.
aE“SA­.
aE“Y estaba vacA­a.
aE“SA­.
aE“A¿Y les mostraste la puerta por donde se fue Ambrosio?
aE“No. Eso no me lo pueden pedir. Es parte del compromiso que hice con mi
hermano. EstA¡ dentro del pacto que hicimos. Si quieren, me patean otra vez,
pero no les enseA±arA© la puertecita.
aE“Okey, Ambrosio. A¿Algo mA¡s?
aE“Yo soy Alejandro, doctor. (Mejor le digo doctor, a ver si me deja en paz.
EstA¡ otra vez tratando de confundirme.)
aE“EstA¡ bien, Alejandro Ambrosio Castillo A�vila. Si te estA¡s haciendo el
loco, peor para ti, porque te vamos a dar unas medicinas que a lo mejor no te
gustan. FA­rmame este papel declarando la verdad. Que tAo no tienes
ningAon hermano gemelo. Que tAo sabes que no hay una celda nAomero uno
al lado de la tuya. Que tAo sabes bien que tu celda no es la nAomero tres,
sino la nAomero trece. Por Aoltima vez, firma aquA­... o jA³dete.
aE“No.
(No discutirA© mA¡s. Ni contarA© esto otra vez. Y por supuesto, no
firmarA© nada. De todas formas no me van a creer. Lo que importa es que
muy pronto mi hermano Ambrosio vendrA¡ por mA­.
Y todo volverA¡ a ser como antes. Y los dos seremos uno... y libre.

(Julio de 2004)

Tantas veces le hice la misma pregunta que Aoltimamente ya no me respondA­
a. HacA­a como que no me oA­a, me daba la espalda, o simplemente miraba
a otro lado. Pero yo insistA­a:
aE“TA­o Carlitos, A¿es verdad que tAo tienes guardada la pluma de un
A¡ngel?
El cuento sobre esa pluma y cA³mo tA­a Elisa se la arrancA³ al A¡ngel era
una de las muchas insA³litas historias que componA­an el mundo fantasioso
de mi niA±ez. Formaba parte de mi colecciA³n A­ntima mA¡s preciada, junto
a otras que tenA­an que ver con apariciones, sombras sonA¡mbulas,
posesiones santas, o con los poderes preternaturales de esa misma legendaria
mujer que nunca conocA­, y que pasA³ al repertorio de historias de la familia
con el Aonico nombre de aEoetA­a ElisaaE�, asA­, sin apellidos ni otros
patronA­micos o apodos.
Sin embargo, el cuento de la pluma del A¡ngel era mi favorito. A diferencia de
los demA¡s, tenA­a un encanto sobrenatural y una voluptuosidad que
opacaban los otros relatos y leyendas, sin dudas mA¡s truculentos e
inquietantes. Y asA­ se convirtiA³ para mA­ en una especie de obsesiA³n. En
las noches mA¡s oscuras, cuando toda la familia junta conversaba en el portal
de aquella vieja y amable casa, o se guarecA­a en espera del paso de alguna
tormenta, yo siempre interrumpA­a las conversaciones a la luz de velas con la
misma letanA­a:
aE“TA­o Carlos, haz el cuento del A¡ngel y la tA­a Elisa.
aE“Hora de dormir, Alejandrito aE“decA­a entonces automA¡ticamente mi
madreaE“. TAo y los otros muchachos se van a la cama ahora mismo... Ya
son mA¡s de las diez.
Pero algunas veces, cuando el tA­o Carlos estaba de humor, levantaba su
mano, aplacaba a mi madre con un gesto conciliador, y decA­a:
aE“EstA¡ bien, pero una sola vez. Y despuA©s, a dormir.
Y entonces desgranaba el cuento con todos sus singulares detalles, hasta el
final, cuando la tA­a Elisa, quien por aquellos dA­as estarA­a en lo mA¡s
esplA©ndido de su adolescencia, comenzaba a desnudarse. Mi madre en
este punto lo interrumpA­a siempre para recordarle que no era necesario
entrar en tantos detalles. Pero el tA­o continuaba sin inmutarse hasta llegar al
ansiado epA­logo, cuando aseguraba que A©l tenA­a en su poder, bien
conservada y protegida, la pluma que Elisa le habA­a arrancado audazmente
al ala del A¡ngel. Como puede suponerse, estas entraA±ables tertulias
nocturnas terminaban aE“al menos para mA­aE“ cuando yo le pedA­a a mi
tA­o que me mostrara la misteriosa pluma, y mi madre seA±alaba
marcialmente el camino que yo debA­a emprender, inmediatamente, hacia mi
dormitorio.
Para mA­ era imperioso ver aquella pluma. Ella constituA­a la prueba
irrefutable de que esa historia era verdadera. Y si existA­a la pluma, entonces
no habA­a absolutamente ninguna duda de que los A¡ngeles existA­an... y
tenA­an alas con plumas. Y que no eran puro espA­ritu, como me habA­a
asegurado el cura que nos enseA±aba catecismo. Y, muy importante, que
esos seres celestiales estaban en capacidad de interactuar con las personas.
Incluidos episodios extremos y no tan santos como A©ste, en que uno de
ellos habrA­a permitido que la entonces juvenil tA­a Elisa aE“yo me la
imaginaba deliciosamente, con mA¡s detalles que los contados por tA­o
CarlosaE“ se le habA­a acercado desnuda para robarle una pluma.
Fue mi padre, mucho mA¡s joven que su hermano Carlos, quien un dA­a
terminA³ por atizar irrevocablemente el fuego de mi fantasA­a y de paso
cementar mi determinaciA³n, cuando me dijo, algunos aA±os despuA©s:
aE“Yo he visto la pluma.
QuizA¡s se arrepintiA³ enseguida de habA©rmelo dicho, pero tambiA©n
enseguida comprendiA³ que ya era tarde. No pudo evitar que durante el resto
de ese dA­a, y en el futuro, cuando menos lo esperaba, yo le acosara a
preguntas. Toda clase de preguntas. A¿CA³mo sabes que se trata de la
pluma de un A¡ngel, y no la de una gaviota, o un gallo? A¿No dice la Iglesia
que los A¡ngeles son espA­ritus puros, sin un cuerpo fA­sico? A¿No se
supone que esos seres con alas y plumas son figuraciones del arte religioso,
creados por pintores y escultores de los primeros siglos? Y en caso de ser
verdad esa historia, A¿puede un A¡ngel enamorarse de un ser humano?
A¿Tienen sexo los A¡ngeles..?
Tocando este punto aE“andarA­a yo por los once aA±osaE“ recuerdo que un
dA­a me sonrojA© y tomA©
conciencia de que muy posiblemente habA­a estado haciendo el ridA­culo y
que todos en la familia, pero especialmente el tA­o Carlos, se habA­an reA­
do a costa mA­a todos esos aA±os. De repente me sentA­ timado. Y le dije
a mi padre:
aE“Creo que por fin lo entiendo. Todo esto es una broma que ya durA³
demasiado y es hora de olvidar el asunto... A¿No te parece?
A‰l respondiA³ con paciencia y puso en su respuesta todo el sentido
comAon, la sabidurA­a y el afecto que en A©l eran como un halo, y que
todavA­a lo orlan en el retrato suyo que guardo en la memoria.
aE“Creo aE“me dijoaE“ que esto debes resolverlo tAo mismo. HablarA© con
Carlos y le pedirA© que te muestre la pluma. A‰l no te ha mentido, ni yo
tampoco. El mundo es mA¡s rico y complejo de lo que parece, y a veces es
como un muestrario de cosas extraA±as que no siempre queremos o
sabemos creer. Dios se ha dado gusto creando, y sus criaturas son tan
abundantes que ni la fauna, ni la flora, ni la raza humana son suficientes para
contenerlas. Por eso hay otras razas, y otras faunas, si es que podemos hablar
asA­. A¿Existen los A¡ngeles? Claro que existen. Supongo que algunos no
tienen cuerpo fA­sico, pero parece que otros sA­ lo tienen, con plumas y
todo... La mayorA­a de nosotros no podemos verlos, como lo vio tA­a Elisa.
Pero en algunos casos podemos ver una de sus plumas...
Cuando aE“un par de dA­as despuA©saE“ tA­o Carlos usA³ su llave y
abriA³ su alto y antiquA­simo escaparate de caoba, yo pensA© que no
resistirA­a la emociA³n y tuve que sentarme. Lo primero que saliA³ por entre
esos dos portones de catedral, como si fuera su aliento secreto y centenario,
fue un olor a entraA±as de madera con matices de lavanda aA±ejada y un
lejano acento de naftalina. No tuve tiempo de ver con detalles su
heterogA©neo y asombroso contenido, porque el compromiso de mi tA­o
con mi padre se habA­a limitado a revelarme solamente uno de sus tesoros.
Por tanto, actuA³ con rapidez, tomA³ algo, cerrA³ de golpe las dos puertas
de su bA³veda de maravillas y me invitA³ a sentarme al borde de la enorme
cama real que presidA­a aquella habitaciA³n. A‰l tambiA©n se sentA³ y
colocA³ entre ambos un estuche de piel curtida, negra y lustrosa, de unas
dimensiones capaces de contener una de esas largas y pesadas espadas
medievales.
aE“LevA¡ntalo aE“me dijo.
El estuche no pesaba nada, parecA­a estar vacA­o.
aE“A�brelo aE“me pidiA³.
Cuando desatA© las cintas, tambiA©n de piel negra, y abrA­ de par en par
aquel envase ligero y fragante a cuero fino y otros aromas inA©ditos, no pude
decir nada y, como por instinto, evitA© mirar su contenido. AlcA© los ojos y
me encontrA© con los de tA­o Carlos, que me miraba entre severo y burlA³n.
aE“MA­rala aE“me ordenA³aE“. TA³cala.
La pluma yacA­a a lo largo del estuche, durmiendo sobre un lecho de
impecable seda negra.
Era blanca amarfilada y parecA­a tener luz propia. Larga, tan larga como una
espada, pero mullida, espesa. No hubiera podido ser confundida con la pluma
de ninguna ave conocida, por su talante y volumen, a menos que se tratara de
una criatura desconocida. Si era, en efecto, la pluma de un A¡ngel, serA­a
una de las fundamentales de la estructura del ala, quizA¡s de las radiales que
nacen del vA©rtice hacia el arco. TA­a Elisa sin dudas tuvo que dar un fuerte
tirA³n para arrancarla...
aE“LevA¡ntala.
La levantA© y no pesaba nada, se dirA­a que flotaba, y tuve la impresiA³n
que si la soltaba, la enorme pluma se quedarA­a inmA³vil en el aire. Pero no
me atrevA­, y la devolvA­ con aprensiA³n a su sedoso lecho. En la mano me
quedA³ un tacto de talco y una sensaciA³n como de brisas minAosculas.
MirA© a mi tA­o, busquA© su sonrisa burlona, pero ahora A©l estaba serio
y grave.
aE“Realmente, ella era tu tA­a abuela aE“me dijoaE“, aunque todos la
recordamos como aEoetA­a ElisaaE�.
Era una muchacha muy bella y tambiA©n muy excA©ntrica, como hoy le
dicen a las que son un poco locas. Ya me has oA­do los cuentos de sus
gustos caprichosos y sus extraA±os poderes. A veces movA­a objetos con
sA³lo mirarlos y una vez la vi revivir un pA¡jaro que habA­a chocado contra
su gran espejo de pedestal, ese de marco extraA±o que aparece a su lado en
la foto que conoces. La sangre del pobre gorriA³n quedA³ en el espejo y yo
pensA© que estaba muerto, pero ella lo acunA³ entre sus manos, lo acercA³
a sus mejillas y lo besA³. Cuando abriA³ sus manos, el pA¡jaro saliA³
volando, como si nada.
aE“A¿CA³mo conociA³ al A¡ngel, tA­o?
El A¡ngel la vio a ella una maA±ana, cuando caminaba desnuda por el jardA­
n de atrA¡s. Elisa tendrA­a once o doce aA±os y le gustaba tomar el sol sin
ninguna ropa, a pesar de que tu bisabuela se lo tenA­a prohibido. En aquellos
dA­as habA­a allA­ una pequeA±a fuente que tenA­a en su tope un
querubA­n de piedra que echaba agua por la boca. El A¡ngel se sentA³ en el
borde de la fuente y adoptA³ la misma posiciA³n de la pequeA±a talla, para
llamar su atenciA³n. Pero ella no se asustA³, vino caminando con mucha
naturalidad y se sentA³ a su lado.
aE“A¿Y tAo viste todo eso?
aE“Claro que no, Elisa me lo contA³ todo. Yo me la pasaba en su casa, y
como el mA¡s pequeA±o,
era su sobrino predilecto... Bueno, entonces el A¡ngel le dio un beso... un
beso puro, segAon ella, porque fue en la frente. Y despuA©s desapareciA³,
supongo que se fue volando. A partir de ese dA­a, Elisa no faltA³ nunca a la
cita con el A¡ngel, junto a la fuente. Todos en la casa sabA­an esa historia,
pero no le daban mucha importancia porque pensaban que eran fantasA­as
suyas. La Aonica condiciA³n que le pusieron fue que se vistiera antes de salir
al jardA­n. Las citas misteriosas se prolongaron durante varios aA±os y ya
nadie le hacA­a caso a Elisa cuando ella empezA³ a decir que un A¡ngel se
habA­a enamorado de ella. Menos caso le hicieron cuando una noche, a la
hora de la cena, confesA³ que tambiA©n ella estaba enamorada de aquel que
todos creA­an un personaje de su invenciA³n. Pienso que yo era el Aonico
que la creA­a y me preocupaba que a los diecisA©is aA±os, y a pesar de su
irresistible atractivo, no tenA­a ningAon novio humano y, ademA¡s, le iba muy
mal en sus estudios. La veA­a cada
tarde, al regreso del colegio. Dejaba sus libros sobre la mesa del comedor,
me hacA­a un guiA±o de inteligencia, y escapaba al jardA­n con una
expresiA³n traviesa en su cara. Por mA¡s que yo trataba de seguirla con los
ojos, ella se escabullA­a entre los arbustos y enseguida la perdA­a de vista.
TA­o Carlos tomA³ entre sus manos la prodigiosa pluma y siguiA³ hablando
mientras la
acariciaba. Ahora su expresiA³n era de melancolA­a.
aE“Una noche me dijo que habA­a reA±ido con su A¡ngel. Por primera vez
me pareciA³ que habA­a
llorado. Me dio una explicaciA³n muy confusa, y se quejA³ de que a veces las
cosas en el cielo eran tan complejas como en la tierra. aEoeA¿Por quA© todo
tiene que ser tan difA­cil siempre?aE�, decA­a. aEoeA¿Por quA© algunas
cosas no pueden durar para siempre?aE�. Yo tratA© de consolarla y,
tambiA©n por primera vez, la abracA© y me atrevA­ a besarla. Me mirA³
con una gran ternura y se fue a su habitaciA³n. Al dA­a siguiente, cuando
lleguA© a su casa y preguntA© por ella, me dijeron que no habA­a ido a
clases y que no querA­a comer.
aE“A¿Estaba enferma... en cama?
aE“No. Con esa indiferencia propia de las familias donde hay muchos
hermanos, me dijeron que estaba en el jardA­n desde el amanecer. SalA­ a
buscarla, la llamA© varias veces, y me internA© en el tupido bosquecito en
busca de la fuente de sus amores. No pude encontrar a Elisa, y enseguida
comprendA­ que no la verA­a mA¡s.
aE“A¿Estaba muerta?
aE“No, por favor. Junto a la fuente encontrA© sus ropas, diseminadas por la
hierba. Sus zapatos, sus medias, sus cintas, su falda, toda la ropa de fuera y la
de adentro. Sus prendas estaban todas dispuestas ordenadamente sobre el
suelo, en espiral, como si ella hubiera ido despojA¡ndose de todo rA­
tmicamente, en un ritual.
aE“A¿Y el A¡ngel?
El Aonico A¡ngel que habA­a allA­ era el querubA­n de piedra de la fuente,
que seguA­a echando agua por la boca, como burlA¡ndose de mA­.
aE“A¿Y la pluma?
Ah sA­, la pluma... La pluma estaba flotando todavA­a sobre unas matas de
rosa, junto a un reguero de pA©talos rojos. Era la Aonica seA±al de
violencia que se podA­a percibir en aquel paraje.
Bueno, no de violencia... MA¡s bien de pasiA³n.
aE“Pero la tA­a... A¿DA³nde estaba escondida?
aE“Parece que no entiendes, Alejandrito. El A¡ngel se llevA³ a tA­a Elisa. O
mejor, ella se fue con A©l. Lo sedujo, se saliA³ con la suya tu tA­a abuela...
El tA­o Carlos aE“ahora dolorosamenteaE“ depositA³ la pluma sobre el
estrecho cojA­n de seda negra, colocA³ el estuche sobre su regazo, lo
cerrA³, ajustA³ las cintas de piel negra y permaneciA³ sentado y silencioso en
el borde de la cama. TratA© de buscar sus ojos, pero los tenA­a clavados en
la pared. No quise romper la crisA¡lida de aquel momento y me levantA©.
SalA­ cuidadosamente de la habitaciA³n y cuando mirA© de nuevo al tA­o,
me pareciA³ que su expresiA³n no era de melancolA­a, sino de un ceA±udo
enojo.
Nunca mA¡s le preguntA© al tA­o Carlitos por la pluma del A¡ngel. Ni se
hablA³ otra vez del tema en aquella vieja y entraA±able casa de mi niA±ez.
(Agosto, 2004)



__________________________
JosA© Miguel GonzA¡lez-Llorente (La Habana, Cuba,1939). SaliA³ al exilio
en el 61 y viviA³ en Venezuela, EspaA±a, Colombia y Puerto Rico. Desde
1991 reside en Miami. Ha publicado La odisea del Obalunko, Tierra elegida
y Voces tras las rejas, libro documental sobre el presidio polA­tico cubano
actual (Biblioteca de la Libertad, Miami, 2004.)

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Cómo hacer un cuento de la pandemia - Brainly.lat

Haz clic aquí 👆 para obtener una respuesta a tu pregunta âœ ï¸ Cómo hacer un cuento de la pandemia 9g9q3wkypd 9g9q3wkypd 10.07.2020 Castellano Secundaria contestada Cómo hacer un cuento de la pandemia 1 Ver respuesta Publicidad.
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Biko Havor1989

Oct 30, 2021 · Cortes Pelo 2020 : Cortes de pelo rizado 2020 - Tendenzias.com . Las tendencias en cortes de cabello y peinados varían paulatinamente, no son como las tendencias en ropa. Ya tengas el pelo largo, corto o media melena, hay un….
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Quintiliano Sayou19741

Cestas De Mimbre Baratas Ikea - Cómo hacer cestos de mimbre paso a paso . 9 mejores cestas mimbre ikea of 2021 fa… octubre 27, 2021 Dibujo Tiburon - Pin en VIDEOS DE TODAS LAS MODALIDADES..
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La Cocina de Paqui - Visita y anota este blog con ...

crema, de briox con frutas confitadas, de hojaldre y cabello de ángel y la típica de llardons, a mi me gustan todas pero nunca había probado la de llardons (chicharrones) pensaba que no me gustaría el contraste dulce salado, así que pensé, la voy a hacer y así salgo de dudas, dicho y echo me puse manos a la masa y prepare mi ...BoosterBlog de La Cocina de Paqui - He creado este blog para compartir mis recetas de cocina y reposteria con todos los que como a mi os gusta andar entre fogones. Son recetas sencillas que he ido aprendiendo de mi familia, mi abuela mi madre, amigos y navegando por Internet.
Keyword: La, Cocina, de, Paqui, boosterblog, blog, directorio, tráfico, clasificación, blogs, boost
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Jean Molaing

Oct 31, 2021 · Cazadora De Piel Hombre : 329709908530164563 . Las chaquetas de piel de hombre son una apuesta para el otoño. Compre cazadoras de cuero y disfrute de envíos y envoltorio de regalo gratuitos..
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Corey Armstrong

Oct 30, 2021 · Simbolo Arcangel Uriel - Arcángel Jofiel, belleza de Dios - Ser Espiritual | Anjos. daiglegloria20 octubre 26, 2021. ... Corte De Pelo Rizado Mujer - 1001+ Ideas de pelo corto rizado - cortes y cuidado . Así que si ….
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bipolarlaluna

Oct 10, 2021 · Peinados Faciles Pelo Corto : 25 Peinados Para Cabello Corto Paso A Paso Bonitos Faciles Y Rapidos De Hacer . 10 p… October 27, 2021 Patucos Bebe Dos Agujas : Zapatitos Bebe En Dos Agujas.
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Raters Wouda

Dec 03, 2021 · Paula Echevarria Peso - Miguel à ngel y Paula Echevarría presentan 'Galerías Velvet' ... Cortes De Pelo Para Niños : Corte De Pelo Para Nino En Este Regreso A Clases 3 Estilos En Tendencia . ... Exportar Filmora Sin Marca De Agua - Cómo quitar marca de agua Filmora wondershare - TodoMega24..
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Recetas de media lunas econmicas para la merienda | Quà ...

Pastitas para el Café: Medias Lunas de Cabello de ángel, Piruletas de Chocolate, Hojaldres de Frutos Secos ... Láminas de hojaldre Crema de chocolate Virutas de chocolate Cabello de ángel Cubitos de almendra Frutos secos Azúcar Un huevo ... Guardar esta receta en Mis recetas. Debe estar registrado para utilizar este servicio ...Encuentra las mejores recetas de media lunas econmicas para la merienda de entre miles de recetas de cocina, escogidas de entre los mejores Blogs de Cocina..
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Benjamin Mellor

Oct 31, 2021 · Alquilar Apartamento En Marina D Or - Apartamento en venta en Cerca de Parada de Autobús, Cer… Series Turcas Subtituladas En Español / Pin en Novelas bobbyfyffe900 octubre 30, 2021.
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ReggaetonLIVE

ReggaetonLIVE.com Beta v.0.1.4. Nota! El website se esta re-construyendo... por ahora puede escuchar musica. Que tu musica suene aqui! Envienos su musica en un zip a: [email protected]·com. Incluye la caratula, titulo de disco y nombre de canciones. 17 U.S. Code § 114 (d) (1) (a).
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Un abrazo cálido para la cinematografía nórdica - Vivir ...

Un abrazo fraternal en el cartel oficial del Festival Internacional de Cine 28 que se llevará a cabo en nuestra ciudad del 1 al 9 de marzo del 2013.Un gesto cálido justo en la edición del certamen que pone el énfasis en la relevancia de la cinematografía contemporánea de una región donde calan los inviernos largos, el norte de Europa y los países que lo comprenden ...Un abrazo fraternal en el cartel oficial del Festival Internacional de Cine 28 que se llevarA¡ a cabo en nuestra ciudad del 1 al 9 de marzo del 2013. Un gesto cA¡lido justo en la ediciA³n del certamen que pone el A©nfasis en la relevancia de la cinematografA­a contemporA¡nea de una regiA³n donde calan los [...].
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A-Z - 1-Week Deals

Samsung Galaxy Watch Active â Smartwatch (1,1â ,40mm, Tizen, 768 MB de RAM, Memoria Interna de 4 GB), Color negro â Versión Española. Samsung Gear S3 Frontier – Smartwatch Tizen (pantalla 1.3′ Super AMOLED 360×360, GPS integrado, batería 380 mAh, altavoz integrado), color Gris (Space Gray)- Version española..
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Interpretación y tratamiento del síndrome anémico con ...

Jan 01, 2014 · El propósito de esta revisión es lograr una mejor comprensión de cómo se interpreta y enfoca el tratamiento de la anemia desde el paradigma de la MTC. Abstract. Anemia is a public health problem of greater magnitude in the world. Although its etiology and treatment are known, this problem that has a harmful effect on functionality of adults ...La anemia es uno de los problemas de salud publica de mayor magnitud en el mundo. A pesar de que se conoce bastante acerca de su etiologia y tratamien….
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3 formas de aclarar tu cabello naturalmente - wikiHow

3. Lava tu pelo con vinagre. La tendencia reciente de lavar el cabello sin champú ha permitido a las personas descubrir que el vinagre actúa para aclarar el pelo. Cuando te des una ducha, enjuaga tu pelo con vinagre de manzana. Hacerlo regularmente aclarará poco a poco tu cabello con el paso del tiempo.Como aclarar tu cabello naturalmente. Los tonos dorado y cobrizo que adopta el cabello en verano son algo que muchas de nosotras queremos mantener durante todo el ano. Pero si te desagrada la idea de tenir tu cabello con productos quimicos....
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te lo vas a comer capitulos completos gratis

Control de aduanas: Nueva Zelanda. Juego de Tronos es una serie de D.B. La historia de Gintama nos sitúa en un Japón sometido por unas criaturas alienígenas conocidas como Amantos. 2:29. Las aventuras de Tom Sawyer narra las andanzas de un chico, Tom Sawyer, y de su amigo Huckleberry Finn, a orillas del Misisipí. Entonces Eliseo le dijo a Guiezi: ….
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Evolucionando - ScienceDirect

Jan 01, 2004 · Botella Dorta C. Evolucionando 69 SEMERGEN 2004;30(10):529-30 529 La atención al enfermo terminal es una de las actividades más difíciles que el médico de familia tiene que asumir. La llegada del final, el enfrentarse con los miedos del paciente, de la familia y con los que nosotros mismos experimenta- mos, son tareas que debemos ...La atencion al enfermo terminal es una de las actividades mas dificiles que el medico de familia tiene que asumir. La llegada del final, el enfrentars….
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